Piero Di Monte, uno de los sobrevivientes de La Perla, declaró hace instantes en la quinta jornada del juicio contra Menéndez frente al Tribunal Oral Federal Nº 1 de Córdoba y admitió haber sido torturado por “Palito” Romero y luego por Elpidio Tejada.
La víctima comentó que provocaba e insultaba a los torturadores para que lo mataran mientras lo picaneaban porque “de esa manera no seguiría sintiendo este intenso sufrimiento”, y agregó “mientras me torturaban trajeron a mi mujer que estaba embarazada y también comenzaron a picanearla”.
“La Perla era la máquina de la muerte, los represores eran brutales y feroces y tenían la tarea de destruir al hombre, en La Perla no había hombres de valor ni de dignidad, no representan al ser argentino por más que invoquen a la patria”, ilustró Di Monte en el juicio.
La víctima dijo que había un pacto de sangre entre los militares, gendarmes y civiles en La Perla; “Allí todos debían matar y de esa manera nadie podía denunciar al otro. Los torturadores tenían el objetivo de que se confiese y de esa manera traigan a otros”, agregó.
Durante su testimonio, recordó cómo había ido a parar en La Perla: “En 1976 vivía en una pensión de la calle Rosario de Santa Fe, personal policial y militar, entre los que se encontraba el capitán Jorge Acosta, allanó mi domicilio en horas de la madrugada, me detuvieron y trasladaron a La Perla.”
Al terminar la jornada, Di Monte le dijo a Jorge Agüero, abogado defensor de Acosta que “no busca otra cosa que destruir mis valores. Usted quiere destruir mi persona, y me ha costado mucho llegar acá”, mientras que el Juez Díaz Gavier impuso el orden y dio por finalizada la sesión.
Actualmente, Di Monte vive en Italia, pero en 1975 trabajaba en la ciudad de Córdoba para la empresa Sancor, donde participaba en la formación del sindicato que representara a los obreros del sector, además de haber sido estudiante de ingeniería.
La víctima comentó que provocaba e insultaba a los torturadores para que lo mataran mientras lo picaneaban porque “de esa manera no seguiría sintiendo este intenso sufrimiento”, y agregó “mientras me torturaban trajeron a mi mujer que estaba embarazada y también comenzaron a picanearla”.
“La Perla era la máquina de la muerte, los represores eran brutales y feroces y tenían la tarea de destruir al hombre, en La Perla no había hombres de valor ni de dignidad, no representan al ser argentino por más que invoquen a la patria”, ilustró Di Monte en el juicio.
La víctima dijo que había un pacto de sangre entre los militares, gendarmes y civiles en La Perla; “Allí todos debían matar y de esa manera nadie podía denunciar al otro. Los torturadores tenían el objetivo de que se confiese y de esa manera traigan a otros”, agregó.
Durante su testimonio, recordó cómo había ido a parar en La Perla: “En 1976 vivía en una pensión de la calle Rosario de Santa Fe, personal policial y militar, entre los que se encontraba el capitán Jorge Acosta, allanó mi domicilio en horas de la madrugada, me detuvieron y trasladaron a La Perla.”
Al terminar la jornada, Di Monte le dijo a Jorge Agüero, abogado defensor de Acosta que “no busca otra cosa que destruir mis valores. Usted quiere destruir mi persona, y me ha costado mucho llegar acá”, mientras que el Juez Díaz Gavier impuso el orden y dio por finalizada la sesión.
Actualmente, Di Monte vive en Italia, pero en 1975 trabajaba en la ciudad de Córdoba para la empresa Sancor, donde participaba en la formación del sindicato que representara a los obreros del sector, además de haber sido estudiante de ingeniería.
